El Dr. Calderón señaló que la producción de etanol a partir de la papa resulta más económica en comparación con la obtención de ese compuesto a partir de la caña de azúcar. Asimismo, se preservaría el recurso hídrico pues el consumo de agua en comparación con la caña de azúcar es infinitamente menor. Al permitir a los campesinos de la sierra vender su papa de descarte, pues actualmente la tienen que desechar o vender a un precio vil, resolvería un problema social en los departamentos productores de papa.
Al finalizar su conferencia me acerqué a saludar al químico Calderón y pedirle que me enviase su presentación para publicarlo en el número dos de la Revista Oficial del Colegio de Químicos del Perú, a lo que él muy cortésmente aceptó.
Al escuchar las otras conferencias tomé nota de dos hechos asombrosos. El primero es que ¡el Perú importa el 100% del almidón de papa! El segundo es que a pesar de que en otros países se industrializa alrededor del 40 % de la producción de papa, ¡en el Perú está cifra apenas alcanza el 2 % ¡ Además, ¡no tenemos norma técnica del almidón de papa!
Esto no sólo es para reflexionar, sino ya es tiempo de actuar. Hay que dar valor agregado a nuestros productos. Para ello es necesaria la acción del Estado, empresas y centros de investigación. En este contexto la propuesta del Dr. Calderón para la producción de etanol partir de la papa de descarte debe ser tomada en cuenta.